Cada día que pasa analizando lo que vivimos a diario y a propósito de esta temporada del mundial me pongo a comparar la vida con un partido de fútbol. Es que saben cuantas veces vamos a una cancha queriendo ganar el partido y el contrincante tiene más experiencia o mejor estrategia de juego?
Cuantas veces no han sentido que les dan una tarjeta amarilla injustamente e incluido cuantas veces no han querido mentarle la madre a ese personaje que aparece en nuestras vidas y parece un árbitro ?
El caso es que tal y como vemos en esta época de fútbol no existe juego que no se gane sin hacer un gran trabajo en equipo. El trabajo en equipo es fundamental porque sin duda alguna no podemos llevar acabo una gran jugada en nuestras vidas sin alguien que nos preparare el camino para meter el gol.
En cada oportunidad de este mundial que vi jugando a la selección de Colombia me quede gratamente complacida al ver que su goleador (por llamarlo de alguna manera) James Rodriguez le hacia grandes jugadas a sus compañeros para luego rematar y meter sus goles. La humildad y compañerismo de los colombianos entre todos y cada uno los han llevado a quedarse por siempre como un ejemplo para otras selecciones que sólo hacen figurar a sus hombres "estrellas".
Igualmente ahora mismo me viene a la cabeza la otra cara de la moneda que en la vida es muy usual encontrarse. En la vida diario tanto como en las canchas de fútbol existen muchas personas que al igual que muchos jugadores de fútbol y selecciones que no mencionare, recurren a jugar sucio y hacen lo que sea hasta las últimas consecuencias para conseguir su objetivo. Objetivo que no se realiza porque a quien actúa mal no le puede ir bien.
Creo que un clásico que se quedara en la memoria de todos es el mordisco que le dio el uruguayo Luis Suárez al otro jugador de su equipo contrincante de Italia. Ese tipo de acciones acompañándolas con las cosas que nos pasan en la verdadera "cancha" que es la vida son esas situaciones que pasan también a diario. Y si bien no vamos a reaccionar de manera agresiva ni tampoco poniendo la otra mejilla debemos estar atentos del agresor para que no nos sorprenda.
He allí es cuando debemos practicar lo que en teoría nos han dicho nuestros coach "de la vida", esos seres de luz que en este caso son nuestra madre o padre para así llevar hacia adelante un juego limpio y justo. Yo adoro el fútbol por la pasión con la cual veo tanto a los fanáticos como a los jugadores vivirse cada jugada, cada "casi gol" en esos 90 minutos. Y si nos ponemos a pensar a veces solo tenemos poco tiempo para meter nuestros goles y hacer nuestras mejores jugadas, en nuestro día a día y aunque no tan poco como noventa minutos, pero si tan poco como para hacer del tiempo que Dios quiera que estemos en esta cancha de la vida jugando y haciendo lo que deberíamos que es vivir a plenitud y felices .
Y Saben que es lo más importante? disfrutar el juego. Mi premisa es dejar el alma en nuestras mejores goleadas y si fuese el caso de tener que llorar porque a veces toca perder , hacerlo con la humildad y convicción de que siempre hay manera de corregir nuestras jugadas fuera de lugar. Nunca olvidar nuestras tarjetas rojas, es fundamental , pero vivir con la tranquilidad de quien en la vida juega limpio tarde o temprano le va bien. Y muy importante "la pelota es redonda" y nunca se sabe.