Pues acá mientras les escribo desde las alturas sentada en mi cama-silla en el puesto 7D. Justo de cada lado, cada una de mis Amalia, al otro lado Barbie y atrás Nick, solo lo que hago es darle gracias a Dios por este fin de año.
Un fin de año rodeado de mi familia, de mis amores del alma, de la gente que hace que mi corazón palpite a mil por hora. Si me pongo a hacer un inventario de mi 2019 ha pasado de todo y he ayudado a que muchas de las cosas que he soñado se realicen porque soy de la que cree firmemente que “Dios dice ayúdate que yo te ayudaré”. De hecho cada vez que recuerdo las veces que escucho a la gente decir “es que no me han llamando para tal o cual cosa” pienso, “-pero por qué no llama ????, es que uno mismo debe ser promotor de los sueños: si los creas, créalo y que crezca.
Es una cuestión de actitud frente a la vida, una actitud de alegría, de saber que lo conseguirás, es poner pasión a lo que desees cómo dice Paulo Coelho hasta que el universo conspire para que se realice. Y de verdad si existe algo dentro de mis características es que soy “bien fastidiosa” y es por eso que le sugiero a la gente que no deje de insistir en lo que su corazón desea. No le crean a aquellos a quienes les dicen algo sobre la edad, el look, el lugar, el tamaño, las condiciones, existe gente especializada en hacerte desistir o Intentar desanimarte. Y de hecho pienso que esa gente es vital en nuestro camino porque te hace entender que lo que fácil viene fácil se va.
Disfruten lo que queda de este 2019 y vivan a mil por hora con todo y los problemas que son lo mejor para corroborar que Dios solo le da a sus mejores guerreros los problemas que van a poder librar con éxito