Si yo les contara que amo las madrugadas y la magia de las mañanas no me creerían. Estoy segura que dirán que lo digo para que crean ...pero debo confesarles que no se pueden imaginar lo que adoro esa sensación que tengo en mis dedos por escribir lo que mi cabecita empieza desde temprano a querer compartir.
En serio mis amores de verdad es como si las mañanas me llenaran de inspiración, de la musa necesaria para comenzar otro gran día. Y cada vez que amanece tengo mis rutinas básicas que ya muchos de ustedes deben haber percibido: empiezo a saberme despierta y a entender que ya termine de dormir, seguido a ese despertar y revisar mi aplicación del sueño para ver cuánto dormí y qué tal fue la calidad del sueño, rezo y rezo y hago todas mis oraciones dándole gracias a Dios a la misma vez por tanta cosa linda y por la bendición de los míos...también suelo pedirle a Dios que me aparte del camino todo aquello que no corresponda a mi luz, a mi vibra, soy de las que suplico jamás pasar por esa energía de la gente que no vibra en mi frecuencia y en todo caso que me de la habilidad de detectarlo para dejarlo por la otra vía.
Luego de mi pequeño y muy personal ritual, agarro mi teléfono y aún en la oscuridad empiezo a escribir en las notas de mi celular. Si la gente supiera que es verdad que me la paso con mi celular, pero más para escribir en mis notas que en las redes no me creerían tampoco.
La verdad es que lo que más me gusta en la vida es escribir o mejor dicho “una de las cosas” que más me gustan. Es para mi terapéutico y liberador, puedo hablar sin conversar con nadie y la vez con todos, puedo tocar un tema que la persona que lo lee sabe perfectamente que es para él o ella que lo escribí y la verdad a mi me hace bien porque la verdad no es saludable callar eso enferma. La verdad quiero estar sana hasta que se seque el malecón como dice la canción.
Que tengan una mañana mágica y que le pongan a su día eso que tanto necesita sonrisas, bendiciones y mucha luz.